Como buen propósito para el año que comienza, qué mejor que acercar a estos lares las reflexiones del ideario argentino recogido en la PLATAFORMA PARA LA RECUPERACIÓN DEL PENSAMIENTO CRÍTICO, suscrito, entre otros, por el Profesor Roberto Gargarella, cuyo blog (Seminario de Teoría Constitucional y Filosofía Política) forma parte de nuestro cobijo contra la tormenta.
Veamos:
«(…) Escapar al efecto impositivo de un discurso hegemónico no es una tarea fácil. Pero es necesario y posible generar una voz colectiva que enuncie este problema y lo transforme en acto de demanda. Si algo nos define como intelectuales es pensar sobre el mundo y la sociedad en la que vivimos, poner en cuestión los problemas que nos plantea, promover el debate de ideas, intentar leer más allá de la letra manifiesta y visibilizar lo oculto, tratar de salir de la mera apariencia de los efectos para bucear en las causas que los determinan. En síntesis, sostener nuestra capacidad y conciencia crítica y manifestarla, romper el silencio, como paso imprescindible hacia un accionar colectivo y transformador. No encontramos este ánimo en algunos trabajadores del campo de la cultura, a quienes hemos respetado y queremos seguir respetando, pero que al colocarse como voceros del gobierno han producido una metamorfosis en relación con su historia y su postura crítica. Nos encontramos ante verdaderos escándalos de diferente naturaleza y calidad, que tienen como denominador común la impunidad en relación con las responsabilidades de quienes nos gobiernan. Y de manera paralela, asistimos a la construcción de un relato oficial, que por vía de la negación, ocultamiento o manipulación de los hechos, pretende investir de gesta épica el actual estado de cosas (…)».
[Texto íntegro en seminariogargarella.blogspot.com]
Pues eso, que la sórdida monotonía no puede terminar apagando la polifonía de nuestras voces, juntas.
Salud y próspero año nuevo.
PS. Ya ha anochecido, por tanto, amanecerá.