Un obispo delirante de fiebre,
dos gemelos más que avispados,
dan cuenta de tres cerditos asados,
a los que dieron cuatro por liebre.
Y los cinco jinetes del absurdo
buscan al sexto hombre de fatigas,
dicen que los siete cielos de ahí arriba
son sólo un chulo rumor, más que burdo.
Nueve corazones yertos como rosas,
olvídate del a las diez en casa,
la tentación vive a once peldaños.
Cenicienta a las doce no es hermosa.
Mi gato negro ignora lo que pasa.
No te creas estos catorce engaños.