A Tony JUDT, porque no soporto la insoportable levedad de la política, llena de vacío.
A Michael CONNELLY (¿qué hago si me gustan, también, las novelas de abogados), porque todo el mundo miente: nos sentamos ante el televisor, ante la sala de justicia, ante el periódico, ante nuestros vecinos, ante quienes nos llaman para que escuchemos sus patrañas, esperando que nos cuenten una nueva trola que degustamos con naturalidad.
A Elvira LINDO (que parafrasea a ONETTI), porque a veces -cada vez más- prefiero perder una discusión -frente a un vacuo, frente a un mentiroso- que perder el tiempo.
